Congresos

Los Congresos pretenden consolidar la espiritualidad de la Divina Misericordia a través de la reflexión cultural, teológica y pastoral, evitando que se quede en lo puramente devocional. Se trata de conectarla con el sentido teológico más profundo huyendo de lo superficial, proponiendo lo que el magisterio de la Iglesia ha ido desglosando durante toda su historia sobre este atributo divino que define la misma esencia de Dios, su acción misericordiosa en toda la historia de salvación.

Estos congresos cuentan con otras dos finalidades:

Aglutinar a los distintos grupos de este movimiento espiritual y “anunciar la misericordia de Dios a través de un corazón humilde y compasivo”, que vela por la comunión y la unidad.

Comprometer a sus apóstoles a la acción preferencial por los pobres, sufrientes y necesitados. Se trata de vencer la indiferencia social y abrirse a las periferias existenciales, hacia las que invita a salir el Papa Francisco, y “experimentar el perdón de Dios, para ofrecer perdón al mundo”. Sólo desde ahí se puede construir la civilización del amor. La misericordia es la base desde dónde se construye una nueva sociedad.